Después de haber tenido rondando por mi casa una persona que tiene la costumbre de mordisquear todo lo que haya en la heladera, nunca me tomé el trabajo de tirar absolutamente todo lo que hubiera adentro de ella lo mas pronto posible. Hubiera sido lo más sensato.
Hoy, después de más de dos meses de que te fuiste, encontre un caldito con dientes marcados y un carozo de aceituna. Hoy, que justamente tenia cosas mucho más importantes en las que pensar, te apareces así, como si nada.
Si ya lo hubiera superado, probablemente hubiera sonreido, los hubiera tirado y a otra cosa mariposa. Si todavía te extrañara, hubiera llorado. Pero ninguna de las dos cosas. Por alguna razón, se me ocurrió que lo tenía que escribir, aunque no se muy bien que es lo que quiero decir. O si, pero no quiero sonar prejuiciosa.
Lo digo igual, porque se me canta y este es mi blog y nunca lo vas a leer: abrir la heladera en otra casa es de mala educación. Más si después te vas a ir diciendo "no sos vos, soy yo" y "fueron cuatro meses, superalo".
miércoles, 28 de octubre de 2009
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siempre te dije que me molestaba como comia, era desagradable.
ResponderBorrarQue asco comerse los calditos... ahora viene la pregunta, los usaste??? jajajjajaja
ResponderBorrarte quiero pendeja
cuidat
No sabes hace 2 años que me rompí la cabeza!
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