miércoles, 28 de octubre de 2009

DISCLAIMER 28.10.09

Después de haber tenido rondando por mi casa una persona que tiene la costumbre de mordisquear todo lo que haya en la heladera, nunca me tomé el trabajo de tirar absolutamente todo lo que hubiera adentro de ella lo mas pronto posible. Hubiera sido lo más sensato.

Hoy, después de más de dos meses de que te fuiste, encontre un caldito con dientes marcados y un carozo de aceituna. Hoy, que justamente tenia cosas mucho más importantes en las que pensar, te apareces así, como si nada.

Si ya lo hubiera superado, probablemente hubiera sonreido, los hubiera tirado y a otra cosa mariposa. Si todavía te extrañara, hubiera llorado. Pero ninguna de las dos cosas. Por alguna razón, se me ocurrió que lo tenía que escribir, aunque no se muy bien que es lo que quiero decir. O si, pero no quiero sonar prejuiciosa.

Lo digo igual, porque se me canta y este es mi blog y nunca lo vas a leer: abrir la heladera en otra casa es de mala educación. Más si después te vas a ir diciendo "no sos vos, soy yo" y "fueron cuatro meses, superalo".

martes, 20 de octubre de 2009

FORMULA INFALIBLE PARA DEJAR DE ODIAR A TU EX

Las relaciones se terminan de variopintas, creativas maneras. Incluso al creer que ya se ha escuchado todo, la capacidad sorprender que tiene la esfera de las relaciones, es inagotable. Por esta razón es que comparto con ustedes esta nueva fórmula, patética y autodestructiva, para hacer que lo que ya fue deje de importarnos (?)
1. Cuando la relación se termine, dejarla ir sin buscar el sentido a lo que haya pasado. No vale analizar conjuntamente cuales fueron las razones de que todas nuestras emociones se vean reducidas a un montón de pañuelitos usados, es mucho mejor sacar conclusiones propias y totalmente unilaterales, así la culpa la tiene el otro...
2. Superar la etapa de duelo (en esta los dejo solos, es distinto cada vez...)
3. Descubrirse de nuevo, volver a hacer las cosas que te gustaban antes de que tu soltería se fuera a dormir, dícese: salir a bailar, empaparse en alcohol hasta transtornarse los sentidos, escuchar música a volúmenes no tolerados por ningún vecino; y también cosas sanas: reencontrarse con amigos, viajar un poco, estudiar algo que nos guste, empezar un blog, terapia quizás, en fin...
4. Dejar atrás la aversión a la proximidad y encontrarse un par de filitos, pero nada serio.

Ahora, si se llega a esta etapa y la mención del ex todavía produce brotes de furia y/o deseos de venganza, hay que tomar medidas un poco más drásticas:

5. Acá es cuando se necesita que llegue alguien y se de la mejor onda.
6. Empezar una nueva relación con miras a algo un poco más serio que un filo, pero con cuidado...
7. Tirar todas las precauciones por la borda y enamorarnos tórridamente.
8. Ser sinceros con esta relación y tus sentimientos, abandonar todos los filos, ofrecer lo mejor de nosotros, comprometerse de verdad, amparados en la ilusión de que la otra persona esta haciendo lo mismo (generalmente es mucho más fácil si la otra persona está dispuesta a fomentar este tipo de ilusiones). Hacer planes, presentar amigos, suprimir mañas con las que nos reencontramos en la etapa de soltería.
9. Es muy importante obviar cualquier signo que nos pueda hacer creer que nos estan cagando desde arriba de un puente. La esperanza de que el otro valore lo que tiene es lo último que debe morir!
10. Muy pronto va a llegar la perorata de "no sos vos, soy yo", "esto es lo más difícil que hice en mi vida", "mi vida es muy complicada ahora, pero espero que nos encontremos más adelante", "vos te mereces algo mejor" o alguna de todas las versiones hirientes que te puede dar algún cobarde para excusarse de haber abusado de tu cariño y contención por un determinado lapso de tiempo.

Y así, voilá! Tenemos nuevo ex a quien odiar y es difícil que nos quede tiempo para odiar al anterior.

lunes, 19 de octubre de 2009

UN POCO DE PLAGIO...

De noche junto al río en el oscuro corazón de los arbustos
a veces vuelvo a ver su rostro, el de la mujer que amé: mi
mujer, que murió.
Hace ya muchos años, y a ratos ya no sé nada de ella, la
que antes lo fue todo, pero todo se marchita.
Y ella era en mí como un pequeño enebro en las estepas de
Mongolia, cóncavas, con el cielo amarillo pálido y de gran tristeza.
Vivíamos en una cabaña negra junto al río, Los mosquitos
solían perforar su blanco cuerpo, y yo leía el periódico
siete veces o decía: tu pelo tiene un color sucio. O: no tienes corazón.
Pero un día, cuando estaba yo lavando mi camisa en la
cabaña, ella se acercó a la puerta y me miró y quería salir.
Y quien le había pegado hasta cansarse, dijo: ángel mío.
Y quien le había dicho te quiero la condujo fuera y
riendo miró al aire y alabó el buen tiempo y le dio la mano.
Como ya estaban afuera, al aire libre, y la cabaña estaba
desierta, cerró la puerta y se sentó tras el periódico.
Desde entonces no la he vuelto a ver, y de ella sólo quedó
el gritito que dio cuando por la mañana volvió a la puerta que
ya estaba cerrada.
Ahora la cabaña se ha podrido y mi pecho está relleno de
papel de periódico y por las noches tumbado junto al río en
el oscuro corazón de los arbustos me acuerdo de ella.
El viento lleva olor a hierba en el pelo y el agua grita sin
fin pidiendo calma a Dios, y en mi lengua tengo un sabor amargo.
B. Brecht

sábado, 3 de octubre de 2009

PERDON

A: Si, te vió y me lo contó. Pero no de mala leche, él no sabía nada de nuestra historia. Fue una casualidad.
B: (balbuceo patético)
A: No me importa lo que digas, ya fue...
B: ... (patético intento de hacer que sea yo, otra vez, la loca)
A: No, te estas equivocando. Pero en algo tenés razón, disculpame.
B: ...
A: En realidad fui yo la que me equivoqué con vos, perdón. Por haber esperado de vos algo para lo que no estabas a la altura.
B: ...
A: Todo bien, nos vemos...

A: O mejor, no nos vemos ni mierda.

Puerta.

A veces, uno no controla las cosas que pasan. Pero uno siempre, siempre, tiene el poder de cerrarle la puerta en la cara a la incoherencia...