Un día me llego un mail. Que interesante, no? Ja!
No, lo interesante es una frase que estaba metida por ahí. Decía algo así como: "... muchos chovinistas definen a una mujer decente como una que se acuesta con pocos tipos y después de cierto tiempo. Esas son chorradas aburridas y conservativas de mentes idiotas..."
A pesar del pequeñisimo error de concepto, generalmente diría que concuerdo con eso. Pero... por alguna razón, hoy tengo ganas de llevarle la contraria a todo!
Chovinismo, sexismo, nacionalismo, xenofobia, racismo... todas creencias basadas, de una forma u otra, en prejuicios. Ahora ¿Quién soy yo, o el autor de dicha frase, para combatir un prejuicio con otro? ¿En qué trampa caemos cuando, intentando repartir tolerancia, no toleramos a los intolerantes? ¿Es menos pernicioso tolerar lo intolerable o cruzar a la vereda del prejuicio?
Alguien alguna vez me dijo que la respuesta no era la tolerancia, sino la empatía. Pero creo que identificarse con victima y victimario en igual medida no es posible, es sólo cambiarle el nombre a la cuestión...
(la parte del ogullo, descubranla entre líneas)
martes, 3 de febrero de 2009
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Me perdí entre las líneas. Encontré una subtepass en cambio
ResponderBorrarO sea que yo también vengo siendo una prejuiciosa porque tengo prejuicios contra los prejuiciosos?? O algo asi bah.
ResponderBorrarUfa, me quedé en bolas con lo del orgullo ...
Me parece que entendi lo del orgullo...
ResponderBorrarja! se quedaron pensando!!!
ResponderBorrarOpinador: lo de las lineas no era literal, pero puede pasar...
Any: algo así. pero no como afirmación, sino como duda.
Sweetblood: perfectirijillo! pero vos tenés ventaja, no se si vale.
Una pista: diganme susceptible, pero porque alguien cree necesario, o prudente, explicarme lo que entiende por "decente"?